Hace 80 años: Flotilla X MAS y el ataque a Suda Bay

«Todo nos fue confiado. Un hombre con su bote arrojado a una velocidad increíble contra un gran barco: un torpedo humano». El director Antonio Leonviola no podría haberlo descrito mejor, cuando al realizar su película, «Torpedo Umani», de hecho, decidió contar la génesis de las insidiosas acciones llevadas a cabo durante la Segunda Guerra Mundial.

Hoy, 80 años después, ocurre una de las mayores hazañas logradas por los hombres de la Flotilla X MAS: el ataque a la Bahía de Suda. El primero de una serie de éxitos, el de la inaccesible isla de Creta fue la culminación de meses de preparación y entrenamiento, lo que llevó a seis hombres, entre oficiales y suboficiales de la Regia marina italiana) a hundir un crucero pesado, el HMS «York», y un petrolero, el «Pericles». Todo esto fue posible gracias a un arma mortal, destinada a entrar en los puertos enemigos para golpear la tranquila seguridad de su flota: una Lancha de turismo modificada.

Aunque ficticia, la reconstrucción cinematográfica de Leonviola da una idea clara de cuán letales eran los llamados botes explosivos: «El bote a motor contenía 300 kilos de TNT, incluso suficiente para un acorazado. Al impactar contra el objetivo, una carga secundaria abrió la proa, mientras que una carga principal hundió el casco enemigo y estalló profundamente para producir el máximo efecto destructivo. Y nosotros, ¿estábamos condenados a muerte como un Kamikaze japonés? No. 50 metros antes de la colisión, bloqueando los controles, podríamos  lanzarnos al agua». Y eso es exactamente lo que le pasó en Suda.

Al amanecer del 26 de marzo de 1941, el teniente Luigi Faggioni, el teniente Angelo Cabrini, el artillero jefe Alessio De Vito, el ingeniero jefe Tullio Tedeschi, el mecánico jefe segundo Lino Beccati y el sargento artillero Emilio Barberi, al mando de otros tantos MTM, se acercaron lo más posible hacia los objetivos, estabilizaron el timón y luego lanzaron sus vehículos a máxima velocidad contra los objetivos enemigos. Los seis protagonistas de la heroica empresa se salvaron, pero los británicos los hicieron prisioneros. Al regresar a su tierra natal, fueron condecorados con la Medalla de Oro al Valor Militar. Para honrar el recuerdo de esa acción, Angelo Cabrini y Tullio Tedeschi, los dos autores materiales del hundimiento del buque principal, han sido nombrados recientemente los dos buques rápidos tipo UNPAV destinados al Grupo Operativo Incursori. (Osvaldo Marchese/Marina Militare)

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