Las experiencias adquiridas por el Ejército español con la entrada en servicio de los carros de combate Renault FT-17 (ver VBEE nº 2) y de los carros de asalto Schneider CA1 (ver VBEE nº 1), y muy especialmente las experimentadas durante su uso en la campaña de Marruecos, hicieron albergar la idea a principios del siglo XX de poder desarrollar en España, con recursos propios, un carro de combate adaptado a las necesidades del Ejército español. El más interesante fue el carro de combate ligero TRUBIA Mod. A-4, del cual fueron construidos cuatro prototipos entre 1925 y 1934, no pasando a la fase de producción por problemas económicos y políticos.