Tras el desastre de Annual, en julio de 1921, en la parte oriental del Protectorado español en Marruecos, el gobierno de Madrid comenzó a rearmar al Ejército para poder retomar el control de la zona. Uno de los primeros sistemas en adquirir fueron los carros de combate, en forma de los ligeros Renault FT-17 franceses, que se convirtió así en el primer carro de combate español. Fueron muy utilizados durante las campañas de Marruecos hasta 1927, participando, por primera vez en la historia, en un desembarco anfibio, en Alhucemas, en septiembre de 1925.