Una nueva ola de desestabilización está llegando a Ucrania desde Rusia, según Ruslan Demchenko, primer subsecretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania. Escribió esto en un artículo para Ukrinform.
«Una nueva ola de desestabilización se acerca a Ucrania, o para ser más precisos, turbulencias internas provocadas externamente en todas las esferas», dijo Demchenko. Según él, esto incluirá varias áreas de desestabilización, siendo la primera de ellas la crisis energética en todos sus componentes.
«Rusia ya está frenando gradualmente el potencial de tránsito de gas de Ucrania, reduciendo la posibilidad de suministro inverso de gas a Ucrania y bloqueando el acceso del país a fuentes alternativas de combustible. Desde noviembre, Moscú ha estado obstaculizando las exportaciones de carbón térmico a Ucrania y, con pretextos inventados , bloqueando también el suministro de carbón de Kazajstán (al no proporcionar los vagones necesarios o desmantelar trenes, etc.). El Kremlin ha permitido el suministro de electricidad desde Bielorrusia, aunque en pequeños volúmenes, y en el momento más crítico podrían orquestar apagones y cortes de energía», dijo Demchenko.
Rusia también provocará protestas contra las vacunas. Los servicios de inteligencia rusos ya están tratando de socavar la confianza en la vacunación a través de las redes sociales, los medios controlados por Rusia y los agentes de influencia. Los esfuerzos realizados por las autoridades ucranianas en la lucha contra la pandemia se describen como un ataque a los derechos humanos, llamando a las masas a exigir el levantamiento de las restricciones a través de la protesta, declaró Demchenko.
Según él, la desestabilización implica el descrédito a gran escala del gobierno ucraniano por varios cargos: caer bajo el control total de Occidente, estar involucrado en la corrupción e incluso pertenecer a la red de agentes de los servicios secretos rusos.
Las fuerzas radicales de derecha incitarán una lucha activa contra la «ocupación interna», dijo Demchenko.
«Esto prevé una especulación masiva sobre los problemas internos actuales, posicionándolos como resultado de la incompetencia del gobierno ucraniano y el descuido de los intereses nacionales, además de alimentar la histeria en torno al golpe de estado supuestamente inevitable que puede afectar a Ucrania en la primera mitad de 2022». «, Dijo Demchenko.
Al mismo tiempo, enfatizó, la presión también se utilizará con la fuerza militar.
Es muy probable que la participación real de las fuerzas armadas de la Federación de Rusia solo sea posible después de que se presente un panorama general de la desestabilización y la fragmentación totales de Ucrania. Por otro lado, las maniobras militares constantes cerca de las fronteras de Ucrania y la amenaza de operaciones ofensivas se están convirtiendo gradualmente en una herramienta para mantener una atmósfera permanente de nerviosismo en Ucrania», dijo Demchenko.
Rusia manipulará la situación de seguridad en la línea de contacto. Al ejercer un control efectivo del «1.er y 2º cuerpo de ejército», la parte rusa tiene todo un arsenal de mecanismos para controlar también el nivel de escalada. Al mismo tiempo, Rusia ha estado alimentando artificialmente el conflicto en el este de Ucrania al suministrar armas, financiar las administraciones de ocupación y ejercer control directo sobre ellas, dijo Demchenko.
Rusia jugará la carta de los ciudadanos rusos naturalizados en los territorios ocupados temporalmente, ya que la emisión masiva «voluntariamente forzada» de pasaportes rusos a los locales se está llevando a cabo allí, en violación de las obligaciones internacionales de Rusia.
«Por lo tanto, se está formando el trasfondo para desestabilizar las regiones sur y este de Ucrania, cuyo pico, como sugieren los ‘estrategas’ rusos, se puede ver en noviembre-diciembre de 2021 (en medio de la convergencia de energía, relacionada con la pandemia y socio-social). Factores políticos, así como la tentación de provocar un ‘colapso del gas’ en la UE para acelerar el proceso de certificación de Nord Stream 2), o en febrero-abril de 2022 (una opción más probable, cuando los ucranianos pueden alcanzar un ‘punto de ebullición’ bajo la influencia de una variedad de acciones híbridas de Rusia)», dijo Demchenko.
