El Ejército de Tierra español estaba dotado con numerosos vehículos de transporte acorazados (APC-TOA) M-113, pero las necesidades de la guerra moderna exigían la introducción de un vehículo de combate de infantería (IFV-VCI) más moderno. Con estas premisas surgió la necesidad de contar con un vehículo que sería finalmente el “Pizarro”. España optó por desarrollar un vehículo propio, decidiendo, finalmente, compartir costos y desarrollo con Austria, facilitando y abaratando considerablemente el programa. Considerado como uno de los mejores vehículos del mundo en su clase, su origen arranca el 20 de diciembre de 1984 con la decisión del jefe del Estado Mayor del Ejército para la definición de un vehículo acorazado de combate para Infantería y Caballería.
Libros, Vehículos Blindados del Ejército Español
Nº 8. Vehículos de Combate de Infantería Pizarro
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