Loring R.I & R.III. Dos “sesquis” de Carabanchel
Una de las pocas cosas buenas de la dictadura de Primo de Rivera (1923-30) fue su promoción del desarrollo de las industrias locales. Aprovechando esa bonanza de apoyo político y contando con recursos económicos, pero muy especialmente de un gran ingenio, inventiva y ganas de innovar, Jorge Loring se lanzó a montar una fábrica de aviones en Carabanchel (Madrid) junto al prolífico ingeniero Eduardo Barrón.
Ambos talentos se unieron para dar lugar a una prolífica familia de proyectos aeronáuticos, algunos de los cuales dieron grandes titulares en la época.