Portahidros “Dédalo” 1922-1940
La situación técnica y presupuestaria de España en la época no permitía disponer de un verdadero portaaviones como los que habían exhibido los británicos en la Gran Guerra, pero se las ingeniaron para adaptar, en 1921, un mercante alemán requisado, el “Neuenfels”, y transformarlo en una “Estación Transportable de Aeronáutica”, que se llamaría “Dédalo”, como el héroe mitológico que salió volando del laberinto del Minotauro con su padre Ícaro. Y con este buque verdaderamente multipropósito (pues podía llevar a la vez hidroaviones, globos aerostáticos y, contando los Parnall Panther, también aviones) la Aeronáutica Naval española aprendió, casi de cero, a realizar complejas operaciones aeronavales. En 1922 se incorporaría a la Armada el “Dédalo” con el fin de dotar a la Escuadra de una unidad con plena capacidad para transportar y dar apoyo logístico a los hidroaviones de la Aeronáutica Naval en la zona de operaciones.