Los mitos principales de la propaganda rusa sobre la Segunda Guerra Mundial

Luchadores por la paz y «ucranianos-traidores»: los mitos principales de la propaganda rusa sobre Segunda Guerra Mundial

La historia de Rusia está repleta de mitos de la propaganda soviética a pesar de la prohibición vigente de apertura de los archivos. En vísperas de la celebración de este año del Día de la Victoria contra la Alemania nazi durante la Gran Guerra Patriótica (así suelen llamar en Rusia a la Segunda Guerra Mundial), se vuelve a prestar importancia a asuntos como: ¿Por qué surgió la Segunda Guerra Mundial?, ¿Cómo las democracias civilizadas de Europa “desataron las manos” al dictador Hitler?, ¿Qué papel jugó en todo esto Stalin?

Mito 1. La Unión Soviética siempre fue un enemigo declarado de la Alemania nazi

En realidad, Moscú y Berlín, con esfuerzos comunes, deseaban derrumbar el sistema de relaciones internacionales establecido en 1918 tras la firma del Tratado de Versalles, con el fin de limitar el potencial militar de Alemania y el aislamiento político y económico de la Unión Soviética, que tramaba planes para la expansión del comunismo. El fundamento de la cooperación de la República Socialista Soviética de Rusia con Alemania, incluso en el área militar, fue el tratado de Rapallo, firmado el 16 de abril de 1922. Más adelante, la política de Rapallo fue desarrollada en el tratado de Berlín del 24 de abril de 1926 entre la URSS y la República de Weimar.

De esta manera, el Reichswehr obtuvo la oportunidad de preparar a grupos de pilotos, tanquistas y especialistas en armas químicas, al igual que enseñar a sus oficiales a manejar armas nuevas, que estaban prohibidas para su fabricación y posesión por Alemania. Los pilotos de la Luftwaffe, entre 1925 y 1933, se entrenaron en secreto en la escuela de aviación  de la ciudad de Lipetsk. Los primeros aviones de combate Fokker DXIII, D VII y D XI se adquirieron al la empresa “Fokker”, en Holanda, a través de intermediarios privados, aparentemente para la Fuerza Aérea de Argentina, y se remitían en secreto a la URSS.

Futuros ases de la aviación de Luftwaffe en Lipetsk

Más adelante, el equipamiento y los aviones entraban en la URSS como mercancía comercial de la Sociedad “Metakhim”, y los pilotos alemanes entraban en el país con pasaportes falsos como turistas o representantes de empresas privadas. Solamente de los graduados del año 1928, más de 20 alcanzarían el generalato en la Luftwaffe.

Graduados de la escuela aérea de Lipetsk de 1928.

En octubre de 1926, la URSS y Alemania firmaron un acuerdo sobre la creación, cerca de Kazan, de una escuela secreta de formación de tanquistas, la unidad “Kama”.

Reunión amistosa de los tanquistas soviéticos y alemanes

Desde 1928, en el pueblo de Shikhany, provincia de Saratov, estaba funcionando la unidad secreta “Tomka”, y en sus campos de maniobra se estaban realizando ensayos de uso del arma química por la aviación y la artillería, al igual que métodos de limpieza del territorio y de equipos.

Ensayos en ambiente químico por oficiales alemanes en la unidad “Tomka”

Además, todos los futuros dirigentes del Tercer Reich hicieron prácticas en la URSS. En el verano de 1933, tras llegada al poder de Hitler, el Estado Mayor Alemán realizó ejercicios militares, que sobreentendían la derrota de Polonia, junto con el Ejército Rojo. En vísperas de esos ejercicios militares, el mariscal Tukhachevskiy declaró a la delegación alemana, que Alemania y la URSS podían dictar sus condiciones a todo el mundo, si actuaban en conjunto. De esta manera, fue iniciado el proceso de recuperación del Ejército alemán (Reichswehr Wehrmacht).

Mito 2. La URSS luchaba continuamente por la paz, y el Pacto de Molotov-Ribbentrop fue un paso obligado.

En realidad, Stalin deseaba desencadenar una nueva guerra a gran escala, que permitiría al régimen comunista apoderarse de los países europeos. La firma del pacto soviético – alemán aceleró el inicio de la guerra.

El 21 de agosto de 1939 la URSS hizo fracasar conscientemente las negociaciones con representantes militares de Gran Bretaña y Francia proponiendo, como una condición para la colaboración, apoderarse de Galitzia y la región de Vilnius, que en aquella época formaban parte de Polonia. En vísperas de eso, el 19 de agosto, pronunciando un discurso en la sesión de Politburó del Partido Comunista la de Unión Soviética, Stalin señaló: “El asunto de la paz y la guerra entra para nosotros en la fase crítica. Si nosotros firmamos el acuerdo de ayuda mutua con Francia y Gran Bretaña, Alemania renunciaría a Polonia, la guerra será impedida. Si nosotros aceptamos la propuesta de Alemania y firmamos el tratado de no agresión, Alemania obviamente invadirá Polonia, y la intervención en esta guerra de Francia e Inglaterra será inevitable. Con estas condiciones nosotros podríamos contar con nuestra intervención ventajosa en la guerra. La experiencia de los últimos veinte años demuestra que la dictadura del partido comunista se hace posible sólo con el resultado de una gran guerra. Nosotros tenemos que aceptar la propuesta alemana y con cortesía devolver a su casa a la misión anglo-francesa. La primera ventaja que obtendremos, será la derrota de Polonia hasta las puertas de Varsovia, incluyendo la Galitzia ucraniana”.

El 23 de agosto de 1939, en Moscú, fue firmado el pacto de Molotov-Ribbentrop para un término de 10 años, al igual que otro documento adicional secreto, que preveía la limitación de áreas de influencia en Europa Oriental y Central. Este documento violaba de manera brutal la soberanía e integridad territorial de Polonia, Estonia, Letonia y Finlandia, al igual que las fronteras europeas existentes y el sistema de tratados internacionales.

Acuerdo secreto adicional adjunto al Pacto de Molotov-Ribbentrop, 1939
“Países neutrales: Estamos a salvo, mientras estemos sentados y callados”, Daily Mail, 1940

De esta manera, la firma del tratado Molotov-Ribbentrop convirtió a los dirigentes de la URSS en cómplices del delito cometido por Hitler:  El desencadenamiento de la Segunda guerra mundial.

Mito 3. Para la URSS la guerra empezó el 22 de junio de 1941

En realidad, el Ejército Soviético se incorporó a la Segunda Guerra Mundial del lado de la Alemania nazi el 17 de septiembre de 1939, cuando de acuerdo a los tratados firmados, las divisiones soviéticas se adentraron al territorio de Polonia, que se defendía de los nazis. Fueron tomados Ternopil, Rivne, Kolomyia, Stanislav (Ivano-Frankovsk) y Lutsk. Oficialmente, la división de Polonia por la línea de los ríos Narev, Visla y Sana fue aprobada en el tratado entre la URSS y Alemania del 28 de septiembre de 1939 “De amistad y fronteras”.

Durante la ocupación de Polonia, desde el 17 hasta el 28 de septiembre de 1939, las pérdidas del Ejército Rojo alcanzaron 1.474 muertos, 3.858 heridos y 302 desaparecidos.

El 30 de noviembre de 1939 la URSS desencadenó la guerra contra Finlandia, que duró hasta el 13 de marzo de 1940. Como resultado de las operaciones militares, las pérdidas del Ejército Rojo sumaron 391.783 soldados, de los cuales 264.908 fueron heridos, 71.214 muertos en combate, 16.292 muertos a causa de las heridas, enfermedades y congelación, y 39.369 desaparecidos.

Mito 4. Stalin no acordaba las operaciones militares con Hitler

En la guerra contra Polonia, la URSS y Alemania actuaban estrictamente en concordancia con los acuerdos firmados entre ellos como aliados: coordinaban los ataques aéreos, desarmaban conjuntamente al Ejército polaco, realizaban concesiones mutuas de los territorios ocupados, incluso realizaron un desfile militar conjunto. Por ejemplo, el 1 de septiembre de 1939, la URSS entregó a Alemania una emisora de radio en la ciudad de Minsk, que cumplía la función de radiofaro y que guiaba a los bombarderos de la Luftwaffe hacia las ciudades polacas. El asedio de Lviv y Brest lo inició el Ejército alemán, y lo termino el Ejército Rojo.

El 22 de septiembre de 1939 durante la entrega a los soviéticos de la ciudad de Brest, se hizo un desfile militar conjunto. En la ceremonia participaron el Cuerpo motorizado de Heinz Guderian y la División de Tanques de Semen Krivoshein.

Heinz Guderian y Semen Krivoshein en desfile militar el 22 de septiembre de 1939, en la ocupada ciudad de Brest-litovs.

El Ejército soviético y el Ejército alemán interactuaron intensamente en los combates contra el Ejército Polaco. Por ejemplo, el 26-28 de septiembre en la región de Zhuravinets, ambos derrotaron a varios regimientos de la caballería polaca, que se retiraban en dirección a Hungría.

Mito 5. El fusilamiento de polacos en Katyn lo hicieron los nazis

En realidad, la masacre de los prisioneros polacos lo llevó a cabo el Comisariado del Pueblo para Asuntos Externos (NKVD) de la URSS en la primavera de 1940 al mismo tiempo en Katyn (cerca de Smolensk), Kharkiv, Kyiv, Tver y otras ciudades.

El 5 de marzo de 1940, el comisario del pueblo L. Beria, presentó para el examen ante el Politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética el informe en el cual proponía fusilar a 25.700 prisioneros militares polacos como “enemigos empedernidos y contumaces” del poder soviético. A este documento le dio su “visto bueno” y fue aprobado por escrito por Stalin, Voroshylov, Molotov, Mikoyan, Kalinin y Kaganovich.

Extracto del acta 13 de la sesión de Politburó del Partido Comunista de la Unión Soviética “Asunto del NKVD de la URSS” 

En sus memorias, el general del Comité para la Seguridad del Estado (KGB), Dmitriy Tokarev, que en 1940 ocupaba el cargo del Jefe del Comisariado del pueblo para Asuntos Internos (NKVD) de la ciudad de Kalinin, explicaba que el disparo en la cabeza, realizado por la pistola soviética (pistola Tokarev) producía la hemorragia interna con un volumen de un litro de sangre. De ese modo, en el fusilamiento de alrededor de 350 prisioneros, se acumularon hasta 300 litros de sangre derramada en el suelo de la cámara de fusilamiento del desván de la NKVD. Por esa razón, se utilizaban a menudo las pistolas “Walther”, al igual que el modo de disparo, no en la nuca, sino en las primeras vértebras cervicales, de manera que la bala saliera a través de la cavidad orbital. Esto disminuía considerablemente la hemorragia. Los enterramientos de las víctimas se realizaban en los cementerios secretos de la NKVD, que fueron preparados durante la época de grandes represiones mucho tiempo antes que el año 1940.

Aparte de los documentos del “Fichero especial Nº1”, la responsabilidad del régimen comunista de Stalin por el fusilamiento de prisioneros polacos lo justifican las listas de prisioneros militares de todos los campos de prisioneros militares, listados por etapas, órdenes de organización y realización de las operaciones especiales de fusilamiento, informes de los jefes de los campos de prisioneros sobre la ejecución de las sentencias, y mensajes cifrados de los jefes de las delegaciones de NKVD de Kalinin y Kharkiv.

En 1946, en los procesos de Núremberg, la URSS no pudo presentar suficientes pruebas para culpar a los nazis de la masacre de prisioneros polacos en Katyn. Además, el 13 de abril de 1990, la URSS asumió la responsabilidad por el fusilamiento de los oficiales polacos en el bosque de Katyn en 1940. Ese día, Mijaíl Gorbachev entregó a Wojciech Jaruzelski los documentos que justificaban la participación de la NKVD en ese asunto, al igual que los listados de los ciudadanos polacos que estaban en los campos de prisioneros de las ciudades de Kozelsk, Ostashkovo y Starobelsk del NKVD a principios de 1940. En la declaración de la Agencia TASS del 13 de abril de 1990, la parte soviética declaraba “profundo pésame con motivo de la tragedia en Katyn” y llamaba a la ejecución de los polacos “uno de los delitos más graves del régimen de Stalin”.

Mito 6. La Alemania nazi invadió a la URSS “traidoramente, sin declaración de guerra”

En realidad, la noche del 22 de junio de 1941, el embajador de Alemania en Moscú Friedrich-Werner Graf von der Schulenburg, en el encuentro personal con el comisario de pueblo de asuntos exteriores de la URSS, Viacheslav Molotov, entregó una nota sobre el inicio de la guerra.

Al mismo tiempo, a las 4:00 de la mañana, el ministro de asuntos exteriores del Reich, Joachim von Ribbentrop, habló al embajador de la URSS, Vladimir Dekanozov, sobre el inicio de la guerra y le entrego un memorándum, en el cual se señalaban las reclamaciones del gobierno alemán contra la URSS y explicaba las causas de la invasión.

Molotov, en su declaración en la radio el 22 de junio de 1941, mencionó las palabras de Schulenburg que “el gobierno alemán tomó decisión de declarar la guerra contra la URSS con el motivo de alta concentración de unidades del Ejército Rojo cerca de las fronteras orientales alemanas”. El hecho de la declaración oficial de la guerra por el embajador de Alemania también es mencionado en sus memorias por Georgi Zhukov.

El mito fue inventado con el fin de justificar la serie de derrotas estratégicas del Ejército Rojo en la etapa inicial de la guerra. Al mismo tiempo, se hizo silencio sobre múltiples partes del servicio de inteligencia militar en cuanto a las preparaciones bélicas de Alemania, emplazamientos de infantería, tanques y la artillería pesada hacia las fronteras soviéticas, al igual que sobre los posibles términos de la invasión militar.

Mito 7. Invasores alemanes-fascistas

En adelante, la propaganda soviética desarrolló el mito, nombrando fascistas a todos sus enemigos, tanto durante, como después de la Segunda Guerra Mundial.

Fascistas, son los miembros de los Fasces Italianos de Combate (del italiano fascio –  haz) fundados por Benito Mussolini en 1919. En el 1921 fue fundado el Partido Nacional fascista de Italia. El Führer del Tercer Reich, Adolf Hitler, era el jefe del partido obrero nacional socialista, y Alemania fue el estado nazi, no fascista.  

El mito se explica por el hecho de que a Stalin no le gustaba el uso por Hitler del término “socialismo”, y los propagandistas soviéticos temían la existencia de analogías entre nazis y comunistas.

Mito 8. La batalla de tanques más grande de la historia tuvo lugar en Porojovka en 1943

En la batalla de Porojovka, en 24 horas se concentraron alrededor de 1.200 tanques y artillería autopropulsada de ambos bandos; Las pérdidas sumaron alrededor de 700 tanques, lo que se considera como el momento clave de la Batalla de Kursk.

En realidad, la batalla de tanques más grande de la guerra entre Alemania y la Unión Soviética tuvo lugar entre el 23 y el 30 de junio de 1941 en la zona de Dubno-Brody-Lutsk, en el territorio de Ucrania Occidental. En esta batalla participaron alrededor de 3.100 tanques soviéticos y 800 alemanes, así como artillería autopropulsada. Con el fin de coordinar las actuaciones de los frentes meridional y occidental, llegó en persona el jefe del estado mayor Georgiy Zhukov, con la orden de rodear y destruir al Ejército alemán que penetraba en la zona de Vladimir-Volynskiy y Dubno, y el 24 de junio de 1941, con un rotundo contrataque, llegó hasta la ciudad polaca de Liublin.

Sin embargo, como resultado de la batalla, el Ejército Rojo retrocedió hacía Zhytomyr, perdiendo alrededor de 2.500 tanques, entre los cuales estaban los tanques pesados KV y T-34 “indestructibles” para aquella época; Al mismo tiempo, las pérdidas de los no combatientes constituían en algunas unidades entre el 40 y el 80 %. Las pérdidas del bando alemán: 260 vehículos de combate.

La mención de esta batalla fue borrada desde las enciclopedias y guías, ya que destruía el mito sobre la superioridad sobre los tanques de Wehrmacht, al igual que destruía otro mito, la invencibilidad del “mariscal victorioso” Zhukov.

Soldados alemanes inspeccionando el tanque soviético pesado KV-1, 1941

Mito 9. La ayuda del occidente en concordancia con la Ley de Préstamo y Suministro fue insignificante

En realidad, del total de suministros al Ejército Rojo, el material suministrado por Occidente constituyó hasta el 16% en las fuerzas acorazadas, hasta el 15% en aviación, hasta el 33% en la flota, y hasta el 70% en vehículos (alrededor de 434.000 de unidades).

Por ejemplo, Estados Unidos suministró alrededor de 20.000 camiones “Studebaker” como base para los Katiusha, en comparación con la URSS, que fabricó solamente 600 camiones de este tipo.

También, la URSS recibió rieles ferroviarios – el 56% de su producción propia, el 43% de los neumáticos, el 240% de las locomotoras (1.900 unidades, 2,4 veces más de lo que fue producido durante toda la guerra), 11.075 vagones (10 veces mas que los fabricados en la URSS), el 42% del azúcar, el 108% de las conservas de carne, el 200% de gasolina para los aviones, y también más de 7.000 tanques, 5.000 cañones, 8.000 tractores, 131.000 unidades de armas automáticas, 105 buques antisubmarinos y 202 lanchas torpederas, al igual que otros tipos de materiales y armamento, productos alimenticios, máquinas y herramientas, etc.  La ayuda suministrada según la Ley de Préstamo y Arriendo sería suficiente para mantener un ejército de 10 millones de personas durante 1.688 días, es decir, a lo largo de toda la guerra.

Mito 10. Los ucranianos son campeones del mundo en colaboracionismo

En realidad, la absoluta mayoría de los “renegados” y “traidores de la Patria” fueron rusos. Según los datos del historiador ruso K. Aleksandrov, entre 1941 -1945, alrededor de 1,24 millones de ciudadanos de la URSS hicieron el servicio militar en el bando de Alemania: 400.000 rusos (incluidos 80.000 cosacos), 250.000 ucranianos, 180.000 representantes de los pueblos del Asia Central Soviética, 90.000 letones, 70.000 estonios, 40.000 representantes de los pueblos de Povolzhie, 38.500 azeibaryanos,  37.000 lituanos, 28.000 representantes de los pueblos del Cáucaso del norte, 20.000 bielorrusos, 20.000 georgianos, 20.000 tártaros de Crimea, 20.000 alemanes rusos y volksdeutsche, 18.000 armenios, 5.000 calmucos, 4.500 finos de Ingria (en su mayoría del ejército finlandés); No hay datos exactos sobre los moldavos.

La cantidad de tropas rusas que formaron parte de la Wehrmacht ascienden hasta 800.000, entre las cuales destaca el Ejercito Ruso Liberador de Andrey Vlasov, el Ejército Ruso Nacional Popular, el Ejercito Ruso Popular Liberador, el Comité de liberación de los pueblos de Rusia, la División Rusland, la Unidad de Cosacos de Krasnov y otras formaciones, y la mayoría utilizaba la bandera tricolor rusa como la bandera oficial.

ІV sesión del partido ruso fascista
La bandera tricolor rusa en la sede del ejército de Vlasov
La bandera rusa en el desfile de Brigada Nº1 de oficiales de la guardia ROA en Pskov, 1943
Bandera tricolor en el asta y blindaje de T-34 de la unidad de tanques ROA

Mito 11. Stepan Bandera y los nacionalistas ucranianos – agentes de los servicios secretos de los nazis

La colaboración de los nacionalistas ucranianos y servicio de inteligencia militar Abwehr es un hecho verdadero; Sin embargo, el mito define de manera incorrecta su naturaleza: Los nacionalistas actuaban en interés de la creación del estado ucraniano, y definían la colaboración con Abwehr como una coalición momentánea. La colaboración más activa tuvo lugar durante 1939-1941, es decir, cuando Stalin formalizó la serie de acuerdos con Hitler.

Tras la declaración en Lviv del “Acta de declaración de independencia de Ucrania” del 30 de junio de 1941, el arresto de Stepan Bandera el 5 de julio de 1941 (hasta el octubre de 1944 S. Bandera estuvo en prisión en campo de concentración Sachsenhausen), y el nombramiento como presidente del Gobierno de Ucrania de Yaroslav Stetsko el 9 de julio de 1941, los nacionalistas ucranianos y la Wehrmacht optaron por diferentes caminos. Durante la guerra, la policía secreta alemana arrestó a mas de 1.500 partidarios de Stepan Bandera (miembros de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos – Ejército Insurgente Ucraniano OUN – UPA) por sus actividades anti alemanas. Las pérdidas de los invasores alemanes a manos de la UPA sumaron 12.000 militares, lo que se puede comparar con las pérdidas ocasionadas a manos de los guerrilleros soviéticos – alrededor de 15.000. En el informe del 25 de agosto de 1943, el dirigente mayor de las SS y de la policía de Ucrania, Obergruppenführer Hans-Adolf Prützmann, denomina la actividad de la OUN-UPA en los territorios ocupados como la sublevación nacionalista ucraniana y para reprimirla haría falta una fuerza militar importante.

Mito 12. Los tártaros de Crimea desertaron masivamente al inicio de la guerra. Los tártaros de Crimea son un pueblo traidor.

El mito nació en base al informe del segundo comisario del pueblo de la seguridad estatal de la URSS, Bogdan Kabulov, y del segundo comisario del pueblo de asuntos exteriores de la URSS, Ivan Serov, a nombre de Lavrentiy Beria, redactado el 22 de abril de 1944: “…todos los reclutados son 90.000 personas, incluyendo 20.000 de tártaros de Crimea, que desertaron en 1941 del Ejército nº51 cuando éste retrocedía en Crimea”. Este número, 20.000, fue trasladado al siguiente informe, pero esta vez era el informe de Beria para Stalin, redactado el 10 de mayo de 1944, donde se proponía deportar a todos los tártaros de Crimea a la República Socialista Soviética de Uzbekistán.

En realidad, en el verano de 1941, en el Ejército Rojo combatían alrededor de 17.000 de tártaros de Crimea. En agosto de 1941, en Crimea se empezó a formar el Ejército nº51, donde fueron movilizadas alrededor de 29.000 personas de la población local, entre ellos, tártaros de Crimea (alrededor de 5.000). Teniendo en cuenta la derrota total ocasionada por el Ejército de Erich von Manstein en Crimea, no se puede hablar de ninguna deserción del pueblo – ya que de la misma manera huían todos los que fueron derrotados por la Wehrmacht.

Del ejército con 235.000 soldados, las pérdidas fueron 128.860 (63.860 – muertos y heridos, y 65.000 prisioneros).

El concepto de “tártaros – traidores” es la base de otro mito ruso sobre “Crimea autóctona rusa”, que sirvió para absolver la deportación del pueblo autóctono de sus tierras y la rusificación de península de Crimea en total.

Los combatientes prisioneros del Ejército Rojo, 1941

Mito 13. La guerra finalizó el 9 de mayo

La fijación en la conciencia de los ciudadanos soviéticos de la fecha del 9 de mayo como fecha del final de la guerra es consecuencia de la manipulación global: Cambio del concepto de “Segunda Guerra Mundial” al concepto de “Gran Guerra Patriótica”. Con esto se lograba desviar la atención de los conflictos armados de 1939 – 1941, en los que la URSS intervenía como aliado del Tercer Reich y el agresor: Intervención en Polonia, Ucrania Occidental, Bielorrusia, Finlandia y los países Bálticos.

En realidad, el acta de capitulación definitiva de las Fuerzas Armadas alemanas fue firmada a las 2:41 del 7 de mayo de 1945 en Reims (Francia). La segunda firma del acta, según insistencia de Stalin, tuvo lugar a las 22:45 del 8 de mayo de 1945 en Karlshhorst, en las afueras de Berlín.

Sin embargo, la participación de la URSS en la Segunda Guerra Mundial finalizó el 2 de septiembre de 1945, el día de la capitulación de Japón.

Mito 14. En la URSS, el Día de la Victoria siempre se consideraba la fiesta más importante

El Día de la Victoria fue declarado como día festivo, no laboral, en mayo de 1945, pero en diciembre de 1947 ese día dejó de ser festivo.

Sólo en 1965, el Día de la Victoria volvió a ser festivo. En la Plaza Roja se organizó un desfile militar, mostrando misiles soviéticos intercontinentales, y se emitió la medalla del “XX Aniversario de la Victoria en laGran Guerra Patriótica, 1941 – 1945”, también concedieron el título de “ciudad- héroe” a siete ciudades de la URSS.

La actualización del mito en la Rusia contemporánea está destinado a crear vínculos firmes con la Unión Soviética, que “temían” tanto los países occidentales. 

Decreto de la Presidencia del Soviet Supremo de la URSS del 23 de diciembre de 1947, en el cual el 9 de mayo se establece como un día laborable 

Mito 15. Zhukov – “Mariscal de la Victoria”

Zhukov cuenta con una larga serie de derrotas militares, aparte de una serie de victorias, logradas no por su alto nivel de arte militar, sino por su mayor número de fuerzas.

Por la derrota del ejército en el frente Meridional – Occidental y el frente Occidental en julio de 1941, a Zhukov le destituyen del cargo de jefe del Estado Mayor y le asignaron el cargo de dirigente del frente de reserva. Solamente a causa de la simpatía personal de Stalin hacía él, Zhukov no tuvo el mismo destino que el dirigente del frente occidental, el coronel general Dmitriy Pavlov.

Desde octubre de 1941 hasta agosto de 1942, Zhukov dirigió la operación de Rzhevsk Occidental del frente Occidental; En esta operación, las pérdidas del Ejército Rojo fueron 777.000 soldados, ¡el 75% de los soldados que había al comienzo de la operación!

En enero de 1943, al llegar como el representante de la Jefatura del Alto Mando Supremo en la zona de Stalingrado, él mismo se atribuyó la corona triunfal.

La operación “Estrella polar”, que estaba dirigiendo Zhukov en febrero-abril de 1943 y cuyo objetivo era romper el bloqueo de Leningrado y derrotar al grupo del ejércitos “Norte” alemán, finalizó con una derrota definitiva y grandes pérdidas (más que 280.000 entre muertos y heridos).

Durante la operación “Bagration”, en el verano de 1944, Zhukov directamente se apropió de los méritos del comandante del 1er Frente de Bielorrusia, Konstanin Rokossovskiy.

La apoteosis de la “gloria militar” del mariscal Zhukov fue la batalla de Berlín, cuyo resultado fueron pérdidas del Ejército Rojo de unos 352.000 soldados (78.000 muertos): Las pérdidas diarias sumaban 15.000 hombres, 87 tanques y cañones autopropulsados, y 40 aviones. La batalla de Berlín fue la batalla más sangrienta, donde las pérdidas fueron bajas en combate, en comparación con los combates del primer periodo de la guerra, donde las pérdidas se determinaban en general con el número de prisioneros. Esta batalla se compara con la batalla de Kursk por su intensidad; Esta batalla también la dirigíó Zhukov.

Zhukov debe sus éxitos y derrotas al camarada Stalin. En 1946, Zhukov fue acusado en apoderamiento ilícito de trofeos y abuso de sus méritos en la derrota de Hitler; Tal como dijo personalmente Stalin “se apropiaba de la planificación de las operaciones, con las que no tenía nada que ver”, y fue destituido del cargo ocupado y mandado al “destierro”.

Mito 16. Nadie está olvidado, nada está olvidado

Desde el momento de la entrada de la URSS en la Segunda Guerra Mundial el 17 de septiembre de 1939, la Patria Soviética desarrolló una campaña informativa a gran escala para “olvidar” a sus héroes.

Durante la ocupación de Polonia, desde el 17 hasta el 28 de septiembre de 1939, las pérdidas del Ejército Soviético sumaron 1.474 muertos, 3.858 heridos y 302 desaparecidos. En la guerra contra Finlandia, entre el 30 de noviembre de 1939 y el 13 de marzo de 1940, las pérdidas del Ejército Rojo alcanzaron 391.783 soldados, de los cuales 264.908 fueron pérdidas sanitarias, 71.214 muertos, 16292 murieron como resultado de heridas, enfermedades y congelaciones, y 39.369 desaparecidos.

No había sitio para los prisioneros soviéticos, en su totalidad hasta 5.750.000, en la versión victoriosa de la guerra. Más de 3 millones de ellos murieron en campos de concentración, de enfermedad, como resultado de la falta de alimentación y condiciones inhumanas de vida. La propaganda soviética “olvidó” la serie de fracasos militares de 1941 -1942. Los historiadores soviéticos inventaron la frase “periodo temporal de mala suerte” para ocultar a millones de muertos y desaparecidos. La mediocridad de los dirigentes militares se tapaba con la “deslealtad” del ataque alemán y con la superioridad en número de las tropas enemigas.

También se callaba sobre el componente nacional de las unidades regulares del Ejército Rojo y las uniones de los guerrilleros. Todo esto se sustituía con el mito sobre “la amistad de los pueblos de la URSS como un componente clave de la victoria”.

Se convirtieron en temas “tabú” cuestiones como la deportación de los tártaros de Crimea y de los alemanes ucranianos, la exterminación masiva de los judíos (en sus lugares de entierro se nombraban su tumbas como si fueses civiles soviéticos), el trato cruel con los prisioneros, el problema de exportación de la población soviética para realizar trabajos en Alemania, al igual que los movimientos nacionales de liberación en los territorios ocupados (por ejemplo, el movimiento ucraniano de liberación OUN–UPA), que luchaban por la independencia de sus países tanto de los nazis, como de los comunistas.

Miles de los liberadores de su país, al convertirse en inválidos y mutilados solitarios, de repente desaparecieron de las calles de las grandes ciudades en 1949, ya que se consideraban un “fondo vergonzoso” para el estado soviético que se desarrollaba.  El gobierno soviético les metió forzosamente en las casas de los inválidos, situadas en alrededores de las ciudades, y les mantenía allí como prisioneros. El gobierno no se acordaba más de ellos.

Todos los participantes de las operaciones militares de la URSS hasta el 22 de junio de 1941 fueron excluidos de la categoría privilegiada de “veteranos de la Gran Guerra Patriótica”.

En cuanto a la cantidad de las víctimas de la guerra hay un gran vacio: En 1945 la URSS declaró que fueron 7 millones, en los años 70 el número creció hasta 20 millones, en los años 90 las pérdidas ya fueron 27 millones de ciudadanos soviéticos. El número exacto se desconoce hasta hoy día.

Epilogo

La opinión pública mundial igualó los crímenes del stalinismo y los crímenes nazis. A estos delitos fue atribuido también el inicio de la Segunda guerra mundial, y por este delito, el régimen soviético también debe llevar la responsabilidad.

Lo mencionado anteriormente se afirma en las resoluciones de la asamblea del Parlamento de la OSCE y el Parlamento Europeo del año 2019. Por ejemplo, el 19 de septiembre de 2019, el Parlamento Europeo instó a Rusia no blanquear, al igual que no intentar ocultar, los delitos cometidos por el régimen soviético. El Parlamento Europeo consideró esta tendencia como “un componente peligroso de la guerra informativa que se lleva a cabo contra Europa democrática”.

La lista de hechos que se mencionan en este artículo no es definitiva, permite a un lector prudente adentrarse por su cuenta en los estudios de las “manchas blancas” de la historia de su pueblo en el fondo de la guerra informativa que sigue llevándose a cabo. Solamente el conocimiento objetivo de su historia permite no cometer errores en el futuro.

Traducido del ucraniano. Elaborado por: Sección «Delta» del grupo «Resistencia informativa» y redactado según materiales del libro “Guerra y mito. Segunda guerra mundial desconocida” A.Zinchenko, V.Vyatovich, M.Mayorov – Sprotyv.info

 

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